¿Sabías que el 90% de nuestros pensamientos diarios son los mismos que el día anterior? Esto significa que, en gran medida, nuestras vidas se mantienen en un ciclo repetitivo. La biología, las neuronas, las hormonas e incluso la genética se alinean a este patrón. Nuestro cerebro, como un fiel reflejo, registra y reproduce todo lo que hemos vivido.

Si el cerebro es un archivo del pasado, lo mismo sucede con nuestras emociones y sentimientos. Estos también son registros que condicionan nuestro presente. Al repetir las mismas acciones y pensamientos día tras día, creamos hábitos: conjuntos automáticos e inconscientes de emociones, ideas y comportamientos. Cambiar estos patrones puede parecer una batalla cuesta arriba, ya que la mente consciente solo representa un pequeño porcentaje frente al 95% de las huellas subconscientes.

Sin embargo, la transformación es posible. Para lograrla, debemos trascender el cuerpo y sus condicionamientos. Si este último ha sido programado por el pasado, repitiendo los mismos pensamientos y emociones, no podrá diferenciar entre una experiencia real y una imaginada.

Cuando permitimos que las emociones dominen nuestro día a día, nuestro pensamiento se estanca en el pasado, recreando una y otra vez las mismas experiencias. La clave para el cambio reside en tomar el control de nuestros pensamientos y emociones, creando un nuevo estado de ser.

Las neuronas que se activan juntas se fortalecen. Si constantemente repetimos los mismos patrones, las mismas redes neuronales se consolidan.

Reflexiona sobre una situación desagradable en tu vida:

• ¿Qué pensamientos y emociones experimentaste?
• ¿Cuál fue tu reacción habitual?
• ¿Qué podrías hacer, pensar o sentir de forma diferente la próxima vez?

Cada mañana, al despertar, revisa tus primeros pensamientos. ¿Te aferras a las preocupaciones y miedos del ayer o te abres a la posibilidad de crear algo nuevo? Elige conscientemente nuevos pensamientos para construir un futuro diferente.

No podemos crear un futuro nuevo a partir de emociones pasadas. Transformarse significa ser más fuerte que el cuerpo. Tus emociones y pensamientos son los cimientos de tu estado de ser. ¡Toma el control y crea la vida que deseas!

Consejos para el cambio:

• Presta atención a tus pensamientos y emociones. Observa cómo te hacen sentir y qué tipo de experiencias atraen a tu vida.
• Cuestiona tus creencias limitantes. ¿Qué ideas heredadas del pasado te impiden avanzar? Reemplaza las creencias negativas por otras más positivas y empoderadoras.
• Practica la atención plena. Meditar y enfocarse en el presente te permite desengancharte del pasado y abrirte a nuevas posibilidades.
• Visualiza tu futuro ideal. Crea una imagen clara de lo que deseas lograr y enfócate en ella con convicción.
• Rodéate de personas positivas. La influencia de tu entorno es crucial para tu bienestar y desarrollo personal.

Recuerda: El cambio es un proceso gradual que requiere compromiso y esfuerzo. No te desanimes si no ves resultados inmediatos. Sigue adelante con determinación y confianza en ti mismo. ¡Tu transformación es posible!